La odontología forense es una de las grandes olvidadas en la especialización del profesional. La mejora técnica y la exigencia de una mayor precisión hacen que sea casi imprescindible dentro de las investigaciones legales y judiciales. Así, la odontología legal y forense es aquella que se dedica al manejo de las evidencias dentales para identificar cadáveres, encontrar evidencias o cualquier aspecto relevante para el proceso judicial.
La historia de la odontología forense está llena de leyendas y casos muy concretos. Se dice que la primera persona identificada por su dentadura fue Lolia Paulina, noble romana, en el año 49 d.C. Agripina la Menor, madre de Nerón, ordenó su asesinato, y como prueba de muerte le trajeron su cabeza. Su rostro estaba completamente desfigurado e irreconocible, pero gracias a su particular dentadura, Agripina quedó contenta con su encargo. A partir de entonces, cada vez se registraron más casos en los que se utilizaron las dentaduras de soldados para identificarlos tras las batallas. No fue hasta 1775 cuando la justicia americana aceptó la evidencia dada por la odontología forense. Paul Reveré construyó un puente fijo con alambres de plata al doctor Joseph Warren, general en la milicia de Boston.
En la batalla de Bunker’s Hill, Warren recibió un disparo en la cabeza, y tras la guerra, lo enterraron junto al resto de soldados sin nombre. Reveré fue capaz de identificar su cuerpo tras exhumarlo gracias al puente de alambre que le había hecho dos años antes. Casi 200 años después, en 1964, se da el caso del primer curso especializado en odontología forense. Fue en Washington D.C. y se impartió en el Instituto Patológico de las Fuerzas Armadas. Una vez más, la historia demuestra la utilidad de la ciencia. Específicamente, de la odontología forense, utilizada desde la antigüedad para identificar individuos y cadáveres. Hoy en día, esta especialización abarca un terreno de estudio mucho más amplio y desarrollado.
Mary Bush, expresidente de la Sociedad Americana de Odontología Forense (ASFO en sus siglas en inglés), cuestionó los métodos científicos, exponiendo que es un "área forense subexplorada que necesita de investigación sustancial para validar sus principios básicos”. No obstante, estudiar odontología forense, en la actualidad, nos abre todo un mundo de posibilidades. La anatomía patológica define la odontología forense como "la rama de la odontología que trata del manejo y del examen adecuado de la evidencia dental y de la valoración y la prestación apropiada de los hallazgos dentales en interés de la justicia”. En un sentido más amplio, Guerra define a “la odontoestomatología forense como el peritaje forense que hace el odontólogo al tomar como base las evidencias que puede ofrecer el sistema estomatognático, dado que la aplicación de los conocimientos odontológicos puede contribuir a la resolución de problemas jurídicos”.
La odontología forense, también conocida como “estomatología forense”, no se relaciona únicamente con fallecidos y la determinación de la causa de la muerte, sino que nos proporciona información muy variada y necesaria:
-La edad, gracias al estudio de los patrones de erupción de los dientes y del desgaste.
-El sexo, al obtenerse, a partir de la pulpa dental, el ADN y el perfil XX o XY con la prueba de reacción en cadena de la polimerasa PCR.
-La población e influencia de grupos a través de los rasgos morfológicos y métricos.
-Las características dentales de cada individuo con las anomalías de forma, tamaño, número y posición de las piezas.
Los hábitos alimenticios, con el estudio de la dieta, los fitolitos, los elementos traza, los isótopos estables y las tinciones extrínsecas
-.La cultura del individuo o grupo en el empleo de los dientes como herramienta, su estrés ocupacional, el uso de piercings, aparatos bucales, joyas dentales o, incluso, el tallado de los mismos con fines bélicos, religiosos y estéticos.
-Las patologías desarrolladas, como alteraciones del esmalte, caries, bruxismo, enfermedad periodontal y enfermedad pulpar.
Pero no solo los dientes son estudiados dentro de la odontología forense, sino que las estructuras óseas de la maxila y la mandíbula también reportan información valiosa. Los labios, el paladar, la lengua… también ayudarán al odontólogo forense en su meticuloso trabajo e investigación.
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